A partir de los 30 años y en especial si eres de las que se ríen o gesticulan demasiado, olvida tomar agua suficiente o abusa de la luz del sol sin protección, nuestro archi-enemigo es el grupo de arrugas que empieza a formarse alrededor de los ojos, de las mejillas, boca y frente.
La contaminación agrava el estado de oxidación celular y favorece los temidos radicales libres, que contribuyen al deterioro de la condición de la piel.
Recuerdo que mi abuela llegó a los 60 sin una sola arruga y eso que -con suerte- se aplicaba una crema multiuso en lata en la cara después de tardes enteras al sol sin una gota de bloqueador- y yo aquí a los 35 pensando si tengo valor suficiente para cortarme chasquilla, a ver si con eso disimulo la frente arrugada o si tengo valor suficiente para ponerme bótox, a ver si las arrugas se van.
¿Hay algo que pueda hacerse para evitar más arrugas?
Hay arrugas finas y arrugas profundas. Las primeras, se deben a deshidratación y son las típicas arrugas que puedes ver de tarde o noche que desaparecen después de una noche de buen sueño. Las profundas, por el contrario, son las que aparecen generalmente en los pliegues de la piel y que no se van según el día; por el contrario, sólo se vuelven más profundas con el tiempo, cambiando a la larga las facciones de tu rostro.
En ambos casos, se deben principalmente a la pérdida de elasticidad de la piel, la exposición al sol, la deshidratación, el estrés, las toxinas, el tabaquismo, la contaminación y los cambios hormonales.
Para prevenir y corregir las arrugas sin tener que considerar procedimientos clínicos, puedes optar por los tratamientos cosméticos, con productos que contengan antioxidantes, ácido hialurónico y estimuladores del colágeno natural, rellenando las arrugas y aplicarte a preservar el correcto nivel de hidratación.
Sérum Redensificador de Colágeno Amplen
Además, los productos con filtros solares ayudan a proteger la piel de los rayos del sol, que son una de las principales causas de arrugas.
Por otra parte, el yoga facial o los masajes de drenaje linfático que además reactivan la circulación sanguínea en la piel son sencillos de aprender y replicar, con tres o cuatro pasadas por zona con un masajeador Guasha o con las propias manos podrás ver mejoras en poco tiempo: más firmeza, menos retención de líquidos y toxinas y la piel más firme. Y sí, funcionan y sí, no son nuevos porque muchos de esos masajes provienen de costumbres ancestrales como el Tai Chi Chikun para movilizar la linfa de todo el cuerpo -no sólo del rostro- y sus resultados se han confirmado por cientos de años, desde reducción del riesgo de glaucoma ocular hasta preservación del tono muscular hasta avanzada edad.
Por último, los productos hidratantes y nutritivos ayudan a mantener la piel húmeda y nutrida, lo que también contribuye a la prevención de arrugas. Para que los activos hidratantes y correctivos penetren mejor y actúen más eficazmente, recuerda periódicamente exfoliar para eliminar las células muertas que bloquean tu piel, con exfoliantes mecánicos o enzimáticos, con ácidos suaves como el ácido glicólico, láctico, cítrico o alfa- hidroxiácidos frutales, entre otros.
En Coréana encuentras múltiples opciones para combatir suave pero efectivamente las arrugas: rellenándolas desde el interior, estimulando el colágeno para reponer el volumen perdido de la piel, alisándola y manteniéndola hidratada de forma adecuada para evitar la aparición de nuevas arrugas.