La vitamina C es, sin duda, una de las vitaminas más populares y conocida por sus distintos usos a nivel oral y tópico. Se extrae de forma natural de distintos alimentos, pero también se puede generar de forma sintética en laboratorios.
Los humanos, a diferencia de los animales, no somos capaces de producir vitamina C, por eso es importante incluirla en nuestra dieta y aplicarla de forma tópica.
Nuestro cuerpo necesita grandes cantidades de vitamina C, necesitamos unas 40 veces más de la dosis que necesitamos de vitamina E. Por otra parte, hay muchos factores que influyen directamente en la disminución de vitamina C de nuestro cuerpo, dentro de los principales factores se encuentra el uso de anticonceptivos, el tabaquismo, el sol y el consumo de alcohol.
¿Qué es la vitamina C y para qué sirve?
La vitamina C tiene múltiples usos, comúnmente se utiliza para fortalecer el sistema inmune, contribuye al correcto funcionamiento del cerebro, acelera el proceso de reparación de los tejidos, es un coadyuvante para la absorción de hierro, entre otras funciones beneficiosas para la salud. Pero eso no es todo, la vitamina C tiene muchísimos beneficios para la piel cuando se emplea de forma tópica. Sus propiedades se han conocido durante años, pero últimamente se ha puesto en boga y se ha convertido en uno de los principios activos más buscados.
Este es uno de los ingredientes anti envejecimiento más eficaz, es un potente antioxidante, estimula la producción de colágeno por lo que incrementa la firmeza y disminuye líneas de expresión, unifica el color de la piel, disminuye manchas, ilumina el rostro, actúa como un reparador epidérmico disminuyendo cicatrices y regenerando tejidos.
Vitamina C y el cuidado de la piel - 3 Beneficios
Este súper ingrediente tiene innumerables beneficios para nuestra piel, te contamos un poco más de los tres beneficios más importantes para tu piel:
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Reduce manchas y unifica el color: La vitamina C actúa disminuyendo los niveles de melamina en nuestra piel, por tanto, al tener un nivel más bajo de melanina nuestra piel se mancha menos, en los casos en que estamos expuestos al sol, la vitamina C es fundamental, ya que regula que la producción de melanina no sea excesiva. Hay que tener claro que la Vitamina C no es un despigmentante propiamente tal, pero sí nos ayuda a disminuir y prevenir las manchas como consecuencia de la regulación de la melamina.
Por otra parte, al controlar los melanocitos y fomentar la reparación celular, la piel lucirá con un tono más uniforme.
Mejorar el tono de la piel es un proceso que requiere de constancia, por lo tanto, si queremos ver resultados evidentes debemos aplicar todos los días la vitamina C.
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Potente antioxidante: Nuestra piel está formada por varias moléculas, algunas de estas poseen electrones desapareados, por lo que son susceptibles de incorporar otro electrón, cuando esto se produce, nuestro organismo intenta neutralizar la molécula. Esto se conoce como estrés oxidativo.
El estrés oxidativo se manifiesta de distintas formas como: la piel luce apagada, cansada, se produce daño celular y comienza el envejecimiento cutáneo, la producción de colágeno y elastina decae considerablemente, por lo que nuestra piel deja de estar firme y se da paso a las temidas arrugas, líneas de expresión y flacidez.
La vitamina C funciona como un escudo protector impidiendo que los radicales libres se anclen en nuestra piel, por lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Combate líneas de expresión: La principal causa de la piel tersa y joven es el colágeno, esta proteína se segrega por los fibroblastos en forma abundante cuando somos jóvenes, a medida que pasan los años su producción va decayendo, por lo que necesitamos ayudarnos con sustancias externas que estimulen la producción. La vitamina C es, sin duda, una de aquellas sustancias, que contribuyen a aumentar la producción de colágeno sustancialmente.
¿Cómo incluir Vitamina C en tu rutina?
La vitamina C es uno de los ingredientes más efectivos en el mundo del skincare, pero hay muchos factores que debemos tener en cuenta al utilizarla.
Primero: Debes asegurarte de utilizar una vitamina C que el envase de vitamina sea un frasco oscuro de vidrio, no guardarla en un lugar donde le llegue luz directa. Esta vitamina se oxida fácilmente y pierde su eficacia, por lo que, tenemos que ser muy cuidadosos para conservar su efectividad.
Segundo: Necesitas asegurarte que su concentración máxima sea de un 15%, la vitamina C sobre este porcentaje es muy irritante y estaría contraindicada para pieles sensibles. Te aconsejamos usar vitamina C en concentraciones más bajas, de esta forma obtendrás un resultado igual de efectivo pero mucho menos irritante.
Tercero: ¡Debes usarla en la mañana! La vitamina C es la primera capa de protección frente a los radicales libres, por lo tanto, para que cumpla su función debes aplicarla como primera capa incluso en el verano!, en invierno la vitamina C disminuirá la producción de melamina y en el verano actuará regulando su producción, por lo tanto, es la primera forma que tenemos de proteger nuestra piel. Sin duda, para que este producto funcione de forma ideal debes aplicar factor solar siempre que la utilices.
Modo de uso:
Primero: Limpia tu piel con un jabón espumoso, para eliminar los residuos que se generan en la noche.
Segundo: Aplica tu sérum de vitamina C en todo el rostro mediante pequeños golpecitos, evitando el contorno de los ojos, a menos que el producto sea indicado específicamente para esa zona.
Tercero: Continúa con tu crema de tratamiento.
Cuarto: Utiliza protector solar
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Este sérum promete dejar tu piel de otro planeta, gracias a su fórmula que combina la vitamina C y niacinamida dos ingredientes que juntos son infalibles contra la piel opaca y manchada, su piel lucirá sana y más luminosa que nunca. ¿Lo mejor? Sirve para todo tipo de piel incluso para pieles extremadamente sensibles.
¡Esperamos que te animes a incorporar esta vitamina en tu rutina de belleza! Este es un ingrediente que todos deberíamos usar durante todo el año, no hay edad para incorporar este producto todos necesitamos de este escudo protector para prevenir el envejecimiento prematuro.